Equipos en remoto: La distancia física importa (hoy también), pero la distancia virtual importa más

Por las razones que todos sabemos, por continuar la serie de post (bastante amplia ya, y que te dejo al final de este post) y porque el próximo curso online sobre Management 3.0 ya va con un módulo específico sobre equipos en remoto, vamos con otro post más para entender bien todo esto de cómo funcionan los equipos, comportamientos, etc., en remoto…

Hace un chorro de años, en los 70, un tipo llamado Thomas Allen (aquí puedes encontrar referencias de esto), realizó un estudio (un clásico en todo esto) que concluyó con que la la probabilidad de comunicarse con alguien es menor según aumenta la distancia geográfica (o física).

Incluso su estudio llegó a fijar la barrera de los 30 metros: más allá de 30 metros de distancia la probabilidad de establecer comunicación caía casi a cero.

Pero, claro, en los 70 no había internet (o internet como nosotros lo conocemos, en el 69 teníamos ARPANET), aunque también es cierto que ya había teléfono

Y otro interesante estudio, que hizo un tal Erin Bradner y una tal Gloria Mark (te dejo la referencia al artículo), más reciente (aunque también viejuno), publicado en 2002, afirmó que la «percepción» de distancia influye en cómo nos comunicamos: cuanto más lejos físicamente piensen que están las personas… menos probable es que cooperen, decidan hacerlo o sean persuadidos para ello. 

¿Por qué pensar que alguien está lejos cambia nuestro comportamiento?

Digo lo de «pensar» porque muchos experimentos han jugado con contarle a la gente que estaba separada sin realmente estarlo, obteniendo los mismos efectos que si hubiera, realmente, una separación geográfica.

Cuanto más lejos, geográficamente hablando, pensamos que está una persona… nuestro cerebro entiende que es menos probable que lleguemos a interactuar cara a cara con ella en el futuro.

Las confrontaciones en persona son poco probables y por ello, muchas veces, nos toleramos comportarnos de peor manera.

Otra razón más, que te la conté hace un tiempo, en el post de los equipos no toman las mismas decisiones estando juntos que estando separados (y si quieres más referencias de esto puedes encontrarlo en el libro Incógnito).

Resumidamente, por no repetirlo que te conté en aquel post, cuando tenemos a alguien cerca, cuando la distancia física es menor, se crean mayores lazos emocionales y eso afecta a las decisiones que tomamos. La lejanía «deshumaniza» las relaciones personales.

Como ejemplo final, piensa si la cosas que se dicen los conductores, de ventanilla de coche a ventanilla, se las dirían si no hubiera esa distancia, y esa barrera física, y ese poco probable cara a cara en persona, entre ellos. 

La distancia física importa, pero debe haber algo más

Así que la distancia física importa… pero eso no quiere decir que no se puedan hacer (y se hayan hecho) grandes cosas con gente dispersa geográficamente e, incluso, sin necesidad de disponer, como ahora, de grandes avances tecnológicos.

Recuerda que ya los romanos gestionaron durante bastante tiempo un imperio bastante disperso geográficamente o que Linux fue creado por programadores, mayormente, en remoto.

Entonces, aunque la distancia física influya, debe haber algo más, tanto para reducir sus efectos como para potenciarlos negativamente…

La distancia virtual, algo que funciona de manera similar a la distancia geográfica.

La distancia virtual (este es el libro bueno que hay que leerse sobre este tema y de el que yo he sacado mucha info para este post) funciona como cuando tienes un gran amigo que ahora está lejos y lees un whatsapp de él o ella y no sientes tanta «distancia» como cuando recibes un whatsapp de alguien que tienes enfrente con el que tienes poca confianza, no encajas o incluso te llevas mal.

Por eso es más interesante hablar de distancia virtual que hablar solo (o enfocar sólo el problema) de distancia física.

A mayor distancia virtual… más problemas. Puede darse de que dos personas estuvieran en el mismo edificio pero que su distancia virtual fuera muy grande, con lo que ocurrirán problemas similares a los de la distancia física.

Y ahora lo que nos interesa, en una época de trabajo altamente en remoto, es entender bien cómo funciona la distancia virtual para minimizar los efectos de la distancia física.

Y lo primero es entender que la distancia virtual se compone de tres elementos:

  • Distancia física, en tiempo y espacio
  • Distancia operativa, el ruido del día a día en el sistema que se interpone en el camino de las comunicaciones fluidas y significativas
  • Distancia de afinidad, definida por aspectos culturales, las relaciones, distancia social y las interdependencias. 

Terminando

El tema da para mucho más, pero este post ya se me ha ido de extensión, así que lo continuaré en otro próximo post. Si quieres profundizar, de entre muchas referencias me leería este libro.

También puedes leer los otros post de esta serie sobre equipos en remoto, que los he estado recopilando para que sea más fácil encontrarlos:

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