Supera ya de una vez el uso del PowerPoint

Sobre todo desde que volví a dibujar, mantengo una lucha para dejar el PowerPoint. Es una lucha con migo mismo, aunque yo creo que ya lo tengo bastante superado (lo cual no quiere decir que no me quede mucho por mejorar), y una lucha ayudando a otros, en estado más crítico, a salir de esta dañina dependencia.
A mí me ha costado, pero se puede, se puede pasar de esto viejuno…

A esto, dibujado mientras hablaba…


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Cuestión de cosas básicas, para ir empezando y eso…

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El tema no es nada nuevo, el tema de lo de lo dañino que es intentar contar cosas usando PowerPoint rancio. Un tema que por épocas se pone de moda, sobre todo cuando se difunde por ahí que, supuestamente, famosos como Steve Jobs o Jeff Bezos prohiben su uso en sus equipos.
Pero, aun así, aunque algunos famosos declaren haber superado el PowerPoint, día tras día vemos en nuestro entorno personas con una alta dependencia, a los que les cuesta mucho dejarlo. Que nos siguen torturando con diapositivas plagadas de texto, ilegible por su pequeño tamaño, estéticamente horrible. 


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Las antiguas figuras, a la derecha, las que estoy preparando para el nuevo libro, izquierda
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Pero… ¿Por qué? ¿Es sólo moda lo de que te recomiende salir del PowerPoint a la hora de contar algo? Puede que este de moda (aunque sería una moda demasiado larga, de muchos años), pero hay algo más, mas profundo para dejarlo.


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Hay tres elementos, complementarios o independientes, al uso de «textaco» en un PowerPoint: hablar, dibujar y/o poner imágenes. Cualquiera de los anteriores, o su combinación, tiene un poder comunicativo incomparable con esos pedazo textos pegados en una diapositiva.
La gente, supongo, espera escucharte, no leer un documento pegado en una diapositiva. Además, o lee o te escucha, es difícil hacer las dos cosas a la vez, por lo que meter esas parrafadas disminuye tu mensaje.
Realmente, tampoco tienes que matar al PowerPoint, puedes usarlo para poner imágenes con poco texto. Está más que comprobado el efecto comunicativo inmensamente superior de una imagen frente a una parrafada.
También, puedes dibujar mientras hablas. Eso involucra mucho a quien te escucha, ya que la «historia» se construye mientras hablas, y el que te escucha se siente partícipe de esa creación.
E, independiente o complementariamente a los anteriores, cuenta una historia. Cuéntala tú, no que la narre un texto en un PowerPoint. La gente quiere escuchar historias, yo cuando asisto a una conferencia quiero escuchar una historia. Que un humano me cuente algo, con su espontaneidad, no que me lo lea.
Si además eres responsable de un equipo, en una organización, etc., da tú el primer paso, declara que vas a intentar dejarlo, sé sincero, confiesa que no te será fácil, y que puede que tengas recaídas, pero que vas a dejar el PowerPoint. Ya sabes, el cambio, la «Agilidad» (en este caso entre comillas), está en los pequeños detalles.

1 comentario en “Supera ya de una vez el uso del PowerPoint”

  1. No creo que sea una cuestión de Power Point sí o Power Point no, sino de saber preparar el material para una presentación.
    Tal y como dices, el «textaco» es mala idea. Pero se pueden hacer cosas realmente chulas con power point. Y para aquellos que no sabemos dibujar (que envidia dais los que sabéis) es una gran alternativa. Por supuesto siempre que seas capaz de hacer una presentación que no sean todo listas de bullets.

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