El manager jardinero y que el cambio ocurre abajo-arriba

Algo que me parece que no se sabe, entiende y comparte lo suficiente, es que una premisa del cambio en equipos, extensible a organizaciones, es que el cambio se apoya, dirige, a alto nivel, etc., desde arriba, a nivel de managers, gerentes, jefes, etc., pero qué ocurre, si es que ocurre, desde abajo y si no entiendes eso no creo que tengas mucho éxito en una, llamemos, transformación ágil, o como la quieras llamar.
En agilidad esto es “de libro”, aunque parece que se leen pocos libros, porque es que el propio movimiento nace desde abajo, nace desde los programadores hacia arriba, como una cultura y una manera de hacer las cosas, que luego se extiende a la gestión y a otros sectores. Pero nace desde abajo hacia arriba.
Si eres un manager, o lo que sea, con idea de cambiar las cosas, y no interiorizas esto, acabarás con un montón de políticas, reglas, consultorías Powerpoint, etc, que no cambiarán nada. E incluso montarás una burocracia, la policía de la calidad, la auditoría, o similar, que persiga que se cumplan las reglas y no cambiará nada (post más sobre los problemas de tener muchas reglas y Metodologías al detalle y en vez de reglas y normas por defecto… ausencia de reglas por defecto).
Los pocos cambios de verdad, ágiles, en empresas medianas – grandes, que yo he visto, digo cambios de verdad, se han apoyado desde arriba y se han construido desde abajo.
Un símil para entenderlo es el de manager como jardinero, ese manager que entiende de trabaja con un sistema complejo (no complicado, post a un equipo deberías verlo como un sistema complejo…). Los equipos no se construyen, los equipos crecen.
Que las cosas crecen, en vez de que se construyen, es de lo más natural en el universo, lo que no sé es por qué, al hablar de un cambio organizacional, no se ven tan natural.
En ese libro que tantas veces te he recomendado (hace nada hasta en vídeo, en el canal de Youtube), el Mythical Man-Month (aquí tienes un post del año 2007), ya en el año 75, que ya han pasado veranos desde entonces, Brooks ya escribió que en lo nuestro hablar de “construir” era peligroso, que el secreto era que lo que hacemos crece, no se construye.
Y ya en aquel libro Brooks lanzó el símil de la agricultura, como un mejor ejemplo que el de la construcción. La agricultura no es del todo controlable, como el crecimiento (no construcción) de un equipo.
Tu puedes añadir abono, regar según te recomiendan, predecir el tiempo, etc. En un cultivo puede funcionar en otro no, un año resulta, otro no, lo en un principio planeado… quizá hay que ajustarlo, etc.
Pero no sólo el símil de la agricultura nos vale para saber que hay buenas prácticas, pero no reglas 100% predecibles para crear equipos, también para recordarnos que tú no haces crecer las plantas… son ellas las que crecen, tú sólo puedes poner medios para que ello ocurra.
El manager jardinero pone los límites, quita malas hierbas, riega, revisa qué le puede faltar a los equipos que está haciendo crecer, etc. pero es el equipo el que crece, no se le construye.

Javier Garzás

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