Me contaba un directivo que si hoy volviera a externalizar algún desarrollo software se cuidaría mucho de pedir, e incluir en el contrato software, buenas muestras de que los posibles proveedores de desarrollo software, o fábricas software, disponen y entregan software de calidad.
Cómo cualquier disciplina o ingeniería, la ingeniería del software práctica, la de la calle, con el tiempo ha ido evolucionando, perfeccionándose y haciéndose más sofisticada. Hace años los clientes apenas pedían muestras de calidad software en la RFP y el contrato software, pero hoy, quizás debido a alguna falta «de sintonía» entre cliente – proveedor, los requisitos son cada vez mayores y mucho más exhaustivos.
Te dejo a continuación las tendencias que se observan en la actualidad a la hora de detallar la RFP y el posterior contrato software.
RFPs con exhaustivas certificaciones de la calidad de los procesos software
Tiempo atrás a la hora de seleccionar un proveedor en la RFP sólo se pedía una certificación de la calidad de los procesos software, típicamente un nivel de madurez CMMI-Dev. Pero hoy eso ya no es suficiente. Además de estas certificaciones o evaluaciones, los clientes empiezan a requerir:
– El número de personas que hay en el área de la empresa que se ha certificado. CMMI o ISO 15504 normalmente no se aplican a toda la empresa, se implantan en un departamento, por lo que a los clientes les interesa saber la importancia que dentro de la empresa tiene ese departamento, y que no sea un departamento menor.
– En línea con lo anterior, garantía de que el departamento con CMMI o ISO 15504 será el que dará servicio al cliente, y no otro.
– Qué proyectos se utilizaron para conceder el CMMI o la ISO 15504 y cuanta gente participaba en cada uno de ellos.
– Fecha de la certificación, para saber si es o no reciente.
– Quién fue el organismo que certificó (en el caso de ISO 15504) o evaluó (en el caso de CMMI).
– Y concretamente en ISO 15504, cuántos procesos, y cuáles, fueron los que se auditaron.
Todo lo anterior normalmente se pide avalado en un informe firmado por una persona externa al proveedor.
Un contrato software que acota quién es quién en el equipo de desarrollo
En lo que refiere a los CV, más allá de las titulaciones universitarias técnicas, experiencia, etc., requerir certificaciones profesionales en la RFP se está convirtiendo ya en un clásico. La experiencia dice que aparte de certificaciones puramente técnicas, o asociadas con tecnologías de programación, las más demandadas son las referentes a gestión de proyectos, u otras como las de ISACA, el CISA si se requiere un perfil auditor en el proyecto, el CISM para perfiles de seguridad, y el CRISC para los responsables, ya que se centra en la gestión de los riesgos. Te recomiendo leer este post sobre ¿qué certificación profesional escojo? Algunos consejos y su consideración en ofertas de empleo.
Ya apenas hay cliente que de una manera u otra no incluya en el contrato software alguna garantía de que no variarán las personas seleccionadas para participar en el desarrollo, que serán esas y no otras. Y que si en el futuro tienen que ser otras… garantías de que entraran en el equipo perfiles similares y compensaciones por la sustitución.
Una RFP y un contrato software que hablen claramente de la certificación de la calidad los productos desarrollados
Hace años sólo se hablaba de que el proveedor dispusiese de una certificación de la calidad de los procesos (CMMI-Dev o ISO 15504), pero dado que en ocasiones esto ha sido “condición no suficiente” (aunque muchas veces necesaria) para una entrega de calidad hoy los clientes empiezan dejar claro en la RFP y el contrato software que, además, las entregas software estarán certificadas.
¿Cómo se articula la certificación del producto software? Bueno, al ser este un campo a nivel práctico relativamente novedoso, se observan varias aproximaciones al mismo. Normalmente los clientes han ido poniendo a su disposición un grupo de personas independientes del proveedor dedicadas a evaluar la calidad del software (pruebas, inspecciones, métricas, carga, rendimiento, etc.). Estas personas son de un departamento interno, o de una empresa externa especializada en evaluar la calidad software, como son los laboratorios de certificación (os recomiendo leer la entrevista a Moisés sobre los laboratorios de calidad software, al cual cito por segunda vez esta semana en el blog, y por ello me debe unos cuantos cafés ; – ), lo que cada vez más se observa más.
Primera vez que me tocó hacer una gestión Ágil en una empresa... año 2001. Desde entonces he trabajado en, o para, más de 90. Y he formado a más de 2000 alumnos.
También soy profe de la Universidad Rey Juan Carlos.
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