Gestión del cambio Ágil (y no Ágil): La disonancia cognitiva

Vamos con otro post, como el de Gestión del cambio Ágil (y no Ágil): El efecto contraproducente, que sale de colocar apuntes, notas, etc., sobre temas de gestión del cambio Ágil y que quería ordenar para añadirlo al próximo curso online de Agilidad Avanzada.

El tema de hoy es la disonancia cognitiva, que afirma, así resumiendo, que las personas intentan ser consistentes tanto en sus creencias como su comportamiento.

Cuando perciben una inconsistencia entre dos o más creencias o entre sus creencias y comportamiento, las personas experimentan disonancia, es decir, se sienten incómodos, a veces extremadamente, con la situación. Por lo tanto, la persona buscará un estado estable donde haya una disonancia mínima.

La disonancia cognitiva: la incomodidad de mantener ideas contradictorias

La disonancia cognitiva es la incomodidad de mantener ideas contradictorias en nuestra cabeza o de que nuestro comportamiento no esté alineado con nuestras creencias. Y nos recuerda que vamos a luchar por intentar resolver esa incomodidad.

Como señala Festinger, uno de los creadores del concepto, además de tratar de reducir la disonancia, las personas evitarán activamente situaciones e información que puedan aumentar la disonancia.

Cuando hay una inconsistencia entre creencias y comportamientos (ocurre la disonancia), algo debe cambiar para eliminar la disonancia.

En el caso de una discrepancia entre creencias y comportamiento, lo más probable es que la la creencia cambie para acomodarse al comportamiento.

  • Ejemplo 1, si un manager cree que el control estricto es necesario para que se trabaje duro (creencia), se sentirá incómodo si tiene que dar mayor grado de autonomía o auto-organización (comportamiento). Para reducir este malestar (la disonancia), puede cambiar sus creencias («el control estricto ya no es efectivo») o negarse a dar mayor autonomía. Si no puede reducir la disonancia, por cualquier razón, eso le generará estrés, enfado, etc.
  • Ejemplo 2, un manager cree que censurar en público el error de una persona no es una buena práctica (creencia). Un día no se aguanta y censura públicamente el error de una persona (comportamiento). Aparece la disonancia, la creencia contra con el comportamiento. Hay que resolver ese conflicto, pero, en este caso, como el comportamiento no se puede cambiar, ya sucedió, es probable que se cambie la creencia… «bueno, en ocasiones es necesario censurar en público el error, pero solo en ciertas circunstancias.«

Y después de este rollo… ¿por qué nos interesa todo esto en el cambio?

Un cambio de actitud ocurre si se piensa que hay elección sobre si adoptar o no el nuevo comportamiento

Según cuentan los estudios (referencia), cuando se requiere que las personas cambien un comportamiento que choca con sus creencias, y genera disonancia, el cambio de creencia solo ocurrirá si las personas involucradas creen (correcta o incorrectamente), que tienen elección sobre si adoptar, o no, el nuevo comportamiento.

Si sienten que están siendo obligados contra su voluntad a cambiar su comportamiento, esto puede llevar a altos niveles de disonancia y esto que creará una actitud muy negativa hacia los cambios propuestos (referencia y referencia).

Si una organización se embarca en cambio cultural alejado las creencias de las personas, se encontrará con resistencia, a menos que esas perdonas ​​cambien sus creencias; y esto es más probable que ocurra si esas personas creen que tienen elección al respecto.

Si el nivel de disonancia ocasionado por los cambios propuestos es bajo, los ajustes de creencias serán menores y la resistencia al cambio mucho menor (referencia importante a leerse).

Terminando

No pretendemos, ni queremos, ni tenemos idea de dedicarnos a la psicología, ni vamos a montar un consultorio sobre el tema (al menos yo), ni vamos a tratar pacientes, ni nada por el estilo.  Pero eso no quita que, al igual que debemos saber unos mínimos de astronomía, y no vamos a ser astrónomos, de matemáticas, y no vamos a ser matemáticos, de medicina, y no vamos a ser médicos, etc., sepamos unos mínimos de psicología que nos ayude a entender mejor nuestro trabajo. 

Javier Garzás

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