Como tratas a los externos indica cómo de humana es tu empresa (y si está preparada para atraer talento o expulsarlo)

Después de tantas batallas uno ha visto de todo (no todo, pero mucho). Recuerdo aquel sitio en el que trabajé, como externo (como casi siempre), en el que no podías pasar al comedor de empresa hasta que todos los empleados no hubieran terminado. Recuerdo aquel sitio donde los externos estábamos en el sótano. O aquel otro donde los externos estábamos hacinados en los despachos que cuando llovían se inundaban. O aquel en el que daban a media mañana un zumito de naranja a todo el mundo… salvo que fueras externo. 

Que tu correo electrónico esté etiquetado con la palabra «externo», o que la cinta de la que cuelga tu acreditación sea de un color que identifique claramente que eres externo… es de lo menos que he visto en lo que refiere a tratar, tratarnos, a los externos (ya que hay tanta campaña para evitar la palabra «recursos», por personas, alguien debería lanzar otra campaña: «personas» no «externos»).

La vida del externo es dura, y yo no le guardo resquemor a todo aquello, tengo buenos recuerdos, y anécdotas que contar, pero… hay que reconocer que, algunas veces, el trato diferenciador, no es algo que mole. 

Pero no todos los sitios son así. Hay quien sabe que un gran futuro para su empresa pasa por tener al mejor talento y que, muchas veces, ese talento no va a ser parte de tu plantilla de gente contratada (pensamiento viejuno viejuno).

Y que sería un poco estúpido limitarse posibilidades, no poder contar con «grandes» externos, que no estén a gusto en tu empresa, por cosas como poner de diferente color las cintas de las que cuelgan sus acreditaciones u otros peores. 

Pero es más, es que incluso las organizaciones más humanas no sólo no tratan de manera diferente a los externos, es que, además… los tratan muy bien. Y, como los tratan muy bien, esos externos están encantados de trabajar con ellos. Y eso atrae talento a tu empresa, más en una época en la que mucha gente buena, y cada vez parece que más, quiere ser «externa». 

Ejemplos, que conozco de cerca (y que no parezca que esto que cuento aquí de tratar bien a los externos es un unicornio), la empresa de Mr. NoBody, que regala a sus «externos» una taza de café en la que pone, «eres uno más de la familia». O la gente de Visual Trans y Velneo, con los que colaboro desde hace años y que, además de ese trato humano que les caracteriza, tienen detalles como acordarse de enviarle algo, «externos» incluidos, a los que han tenido un bebe, dejo foto abajo.

Pequeños detalles y ejemplos, que vienen de sentir, de verdad, que no hay gente de fuera y gente de dentro… sólo hay personas colaborando por el mismo objetivo.

Trata bien a los «externos», los necesitas más de lo que imaginas y empieza por dejar de decirles, y marcarlos como, externos.

Javier Garzás

8 comentarios en “Como tratas a los externos indica cómo de humana es tu empresa (y si está preparada para atraer talento o expulsarlo)”

  1. Recuerdo mi última empresa , cuyos directores me decían….. Te llevas demasiado bien con los externos, no es manera de dirigirlos, son recursos no debes empatizar. A lo que yo contestaba que todo fluye mejor con respeto.
    Los externos vivían en otro edificio. Lógicamente ya no vivo en esa empresa, de hecho ya no existe…. . Lo malo que dichos directivos están en otra presumiendo de lo Ágil que son y la relación con las personas

  2. Totalmente de acuerdo. Las empresas tienen que ver que tienen a personas trabajando y no «items». Aunque no sea personal contratado directamente en su plantilla, forma parte de su plantilla y el éxito y/o fracaso de su empresa también depende de esos «externos» que están allí en algún sitio escondido y oscuro…

  3. Siendo absolutamente favorable a tratar a la personas con igualdad y no hacer distinciones con los externos, hay algunas cosas necesarias porque así lo marca la ley. Que los externos tengan correo diferenciado y tarjeta de acceso diferente es básico a nivel de relaciones laborales para evitar incurrir en la cesión ilegal de trabajadores que puede suponer un problema grave para la empresa que cuenta con externos.
    Más allá de estas cosas que no son muchas y bien explicado suele ser aceptado sin problema por todas las partes, coincido en que dar el trato correcto a los externos hace que se sientan cómodos y puedan aportar valor a la organización.

    1. Cuando hay que recurrir a triquiñuelas para evitar caer en cesión ilegal es porque seguramente se esté incurriendo en cesión ilegal. Afortunadamente, esas chorradas, sí, chorradas, no cuelan ante un juez si alguien denuncia. ¿Te crees que esas triquiñuelas van a convencerlo. Madre mia…

  4. Joe Javi, acabo de tener un «Dejavú» con esto, lo he visto y vivido, totalmente de acuerdo has clavado la situación, faltarían incluir muchas cosas más que nos ha ocurrido alguna vez a los externos, pero no merece hacer leña del árbol caído, bien es cierto que: «Si soy extern@ y me tienes por más de «X» años en tu empresa», básicamente es porque me necesitas, entonces tratame bien, así de fácil.
    No debería existir esta diferencia, quema, mata ilusiones, es despectiva, no une y en muchos casos ocasiona la marcha de esa persona tan válida.
    Gracias como siempre Javi por compartir y decir lo que muchos pensamos.
    Un saludo.

  5. Vivimos en un mundo empresarial externalizado, donde está de moda expulsar cuantos más servicios mejor, despersonalizando la propia empresa hasta tal punto que si no empatizas y equiparas a un compañero «externo» contigo, puede ser que te quedes sólo. Siempre he valorado a todo el mundo por su trabajo, independientemente de quien firmara la nómina

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