En muchas ocasiones, cuando un grupo (no sé si llamarlo equipo), me pide ayuda para ser un equipo de «alto rendimiento» (como le suelen llamar algunos), ser un equipo Ágil (como le llaman otros), les suelo plantear la siguiente idea: ¿A qué equipo os gustaría pareceros?
A las personas, normalmente, nos gusta tener referentes. Los tipos y tipas del marketing lo saben desde siempre, utilizan personas, modelos, a los que la gente quiere parecerse, para vendernos cosas.
Así que parece sensato pensar que tener un equipo (quizá idílico) de referencia nos puede ayudar a perseguir nuestro objetivo de ser un equipo ágil o de alto rendimiento.
Aunque hay que tener cuidado con a quién nos queremos parecer, no sea que consigamos acercarnos, véase, no se si es suficientemente conocido, el daño que, por ejemplo, hizo, y hace, a la informática las absurdas comparaciones con el sector de la albañilería.
En estos últimos años, la comparativa con equipos deportivos ha sido bastante usada. De hecho, hasta Netflix la ha usado, y, de hecho, hasta el propio Scrum toma su nombre de una jugada de Rugby. Y por eso yo suelo usar fotos del gran Atlético de Madrid
Por ejemplo, en la última PAM, el ahora tan nombrado Pepu Hernandez, nos habló de qué podíamos aprender de los equipos deportivos y de cosas que, desde los equipos deportivos, podíamos aplicar a nuestros equipos.
La comparativa con un equipo deportivo de alto nivel es muy potente… pero hay que matizarla a la hora de aplicarlo a lo nuestro.
Hay que matizarla, porque hay muchas cosas que se pueden tomar de un equipo deportivo, pero otras no son aplicables. En un equipo deportivo el factor físico (también el mental) juega un importante papel. No obstante es un referente muy potente (más que el del albañil, por supuesto).
Aparte de todas las similitudes que puedas sacar como referencia para tu equipo, de un equipo deportivo, hay otro gran referente, creo que más potente, que yo suelo usar: niños.
De hecho, creo que muchas de las prácticas que usamos para potenciar a los equipos de adultos vienen de serie en equipos de niños. Los adultos perdemos mucho al pasar el tiempo y hoy nos vendría bien recuperar mucho de lo perdido.
Los equipos de niños se divierten (cosa que intentamos cada vez más con adultos), si se enfadan entre ellos el rencor dura minutos (respeta el error), son auto-organizados, les gusta crear cosas con las manos (más que con Jira), son innovadores en su máxima esencia, no se auto-ponen barreras mentales, son creativos, etc.
Equipos deportivos y equipos de niños, esos son mis dos grandes referentes, más que los equipos de, por ejemplo, Spotify, que esos los hemos tratado poco, los deportivos ahí están y los de niños ni te cuento, ahí están… al alcance de todos para que los estudies y copies.
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Esta bien eso de hacerte como referencia un equipo de futbol aunque personalmente tengo algunos reparos.
Aunque es posible hacer la similitudes te encuentras que el equipo no es nadie si se les va un jugador. Esto defenderlo es posible pero no queda bien, es que necesitas a una persona que domine todo el codigo por ejemplo.
Tambien tienes el caso del cambio del entrenador, aunque has ganado con ese entrenador te lo cambian y no ganas nada (imagino que el entrenador es el Scrum Master o Coach) según el simil pero lo veo peligroso sin entrar por que no se gana.
Entiendo que haces referencia al atletico por que sin tener grandes figuras esta ahi arriba casi consiguiendo algo pero sin llegar ha hacerlo. Otro peligro.
Que tengas un buen día Javier, sigo prefiriendo el lado de la fuerza como simil.
Gracias Germán por el aporte!