Hace unos años se hablaba mucho de que si la agilidad estaba muerta y del post-agile, hoy lo que me encuentro es cada vez más gente introduciéndose en la agilidad, una de las principales razones viene de que, si bien para la gente de perfil técnico la agilidad es algo mayoritariamente sabido, perfiles no técnicos, de otras disciplinas, la están descubriéndola ahora e introduciéndose en cómo aplicar las ideas ágiles.
Pero las modas, y el ruido que genera mucha gente hablando de ello, no debe hacernos olvidar ciertas cosas, ciertas bases y principios. Por ello, casi que a modo de recopilación, he querido recordarte en este post algunas cosas que deberías tener presentes para no perder «el norte».
La agilidad no es algo nuevo
Que esté de moda no implica que sea una moda. Aunque lo hayas escuchado hace poco tiempo por primera vez, no es algo nuevo. Mi primer proyecto ágil en empresa fue en 2001 (la ppt, la presentación, de aquel primer proyecto ágil) y la palabra agilidad, aplicada al mundo del software, fue introducida precisamente en el 2001. Y, previamente, ya había, aunque no fuese bajo el nombre ágil, modelos de trabajo ágiles.
En varias ocasiones te he hablado de ello, en Agilidad… ¿Algo novedoso? ¿Estás seguro?, Un nuevo y curioso capítulo de “Agilidad… ¿algo novedoso? ¿Estás seguro?”, o, por ejemplo, en “Utilizamos la novedosa técnica de TDD”… ¿Cómo? ¿Novedosa? ¿Seguro?
Fueron programadores los que descubrieron (no inventaron) una manera diferente para hacer las cosas, en contraposición, principalmente, a la de origen industrial, predominante. Y esa «novedosa» manera de trabajar no ha dejado de evolucionar desde hace muchos años, sino mira los principales hitos históricos de la agilidad, desde los años 50.
La agilidad funciona mejor en entornos «complejos»
En este punto debieras saber que una cosa es un entorno «complejo» y otra es un entorno «complicado», simplificadamente, estoy hablando del modelo Cynefin.
En entornos «complicados» son hasta cierto punto predecibles, la relación – causa efecto suele funcionar. En entornos «complejos» las relaciones causa – efecto solo se ven de manera retrospectiva y funciona mejor usar la retro alimentación, aprendizaje constante, aprender del error controlado, aquí estamos en el mudo de la innovación.
En entornos «complejos» es donde la agilidad mejor funciona. La reflexión que te dejo aquí es como parece que todos los sectores se están moviendo cada vez más a trabajar en entornos «complejos» y ahí la agilidad es cuestión de supervivencia.
Busca tu agilidad
Los valores del manifiesto ágil son el paraguas a mayor nivel de abstracción, de ahí hacia abajo hay multitud de prácticas, que siempre debes adaptar a tu entorno. Según esto, hay múltiples maneras de ser ágil. Pero recuerda, para no perderte en lo que te cuente uno y otro: Las dos palabras más importantes son aportar valor y para ello quitar desperdicio.
No confundas el fin (valor), con el medio (ser ágil): Si no tienes claro “por qué” estás implantando una práctica TI, probablemente metas la pata, y en pocos meses dejes de usarla
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