Ya van quedando menos, hoy nos toca el factor motivacional de la Maestría, que además está muy relacionado con El equipo ágil multifuncional…, por lo que me ha parecido el más adecuado para hoy. Como el resto de las ocasiones, voy a hacer un repaso de la definición de Maestría de Michael D.Hill, que difiere bastante de lo que podríamos denominar una definición de diccionario, pero que abre bastante la mente en cuanto a cómo debemos afrontar estos conceptos a la hora de gestionarlos en un equipo.
Maestría
Según Michael, el factor motivacional de la Maestría es como las personas valoran su propio crecimiento. Todos nosotros tenemos una idea, implícita o explícita, sobre como individuales podemos ser mejores, por lo que la maestría es el sentido que tenemos que evolucionamos hacia una versión mejor de nosotros mismos mientras trabajamos.
Es importante que tengamos en cuenta que la definición de «mejor» en este caso puede variar enormemente, no hay dos «mejor» iguales, y no hay ningún «mejor» que nos garantice resultados reales. Sin embargo, hay tendencias que se pueden apreciar claramente, tales como ser un mejor programador, ser más amable o verse como una influencia positiva en la vida de las personas.
Aplicando la Maestría
¿Qué podemos hacer para aprovechar esta fuerza motivacional? Aquí viene el problema, en un principio va a parecer un coste, no se va a poder medir de forma empírica y requiere que no se reduzca a las personas a meros números.
Para empezar, el tema del coste. Adam Smith escribió mucho sobre los beneficios de la especialización, y sus ideas se convirtieron en una especie de culto. La versión del siglo 20 de este culto trata a todas las artesanías como una pseudo-línea de producción de 1960, y digo pseudo porque las líneas de producción reales se parecen vagamente a esa versión que todos tenemos en mente, una línea que se mueve y máquinas que hacen trabajos muy sencillos. Eso siempre fue un mito.
De hecho, las líneas de producción más exitosas de la tierra fueron derrotadas de forma espectacular en los ochenta y los noventa por intrusos como Toyota. ¿Cómo fueron derrotadas? Introduciendo más propósito, autonomía y maestría en cualquier método de producción que requiera la motivación humana como motor.
En cuanto a la cuestión de la medición, simplemente no lo hagas, nada de excels, nada de powerpoints, olvida el reporting. Vas a tener que observar, escuchar y vivir con ello.
Y sobre reducir a los humanos a meros números, vamos a hacer un salto hacia adelante, y vamos a transformar la pregunta de ¿cómo generar sentido de la urgencia?, y la vamos a convertir en una sub-pregunta: ¿cómo le presento a mis individuos los desafíos del tamaño y forma adecuados para su forma de mejorar?.
Presentando desafíos
Primero vas a tener que aprender sobre su forma de mejorar primero. Puedes preguntar, y eso ayudará, también puedes observar, y eso también ayudará. Elige a algún miembro de tu equipo y varía los tipos de tareas que le ofreces, observa los casos en los que la persona se lanza a por ella, con los ojos iluminados.
Es importante que las tareas se ofrezcan y no se asignen, para no dañar la autonomía de un individuo y desmotivarle. También es importante que nos estamos refiriendo a individuos y no equipos. Hay pocos encuentros que mejoren a un equipo de forma conjunta, hay que estar atentos para aprovecharlos, pero son escasos. El tamaño y la forma del desafío son muy importantes, por forma nos referimos a las tareas que están al alcance de alguien, cosas como «reescribir una base de datos entera», no está al alcance de un individuo, pero «coge este fichero y hazlo increíble» se le acerca.
Hay que trabajar con la gente para encontrar tareas que no estén en el centro de su competencia actual, hay que conseguir que las tareas roten entre la gente que no sean los especialistas en estas tareas y hay que aceptar el coste asociado (que en el papel aparece como ineficiencia), porque el beneficio final es mucho mayor, conseguir un equipo motivado.
No hace falta ir a ciegas, no hay que establecer ninguna política, todavía. Prueba a experimentar y a ver que pasa. ¿Tienen tiempo los individuos para hacer cualquier cosa que piensen que pueda ser de ayuda? Piénsalo, empieza con algo pequeño, haz que pase. Haz que el especialista de base de datos empiece con JavaScript, haz que tu especialista de JavaScript haga un experimento de backend, y haz que compartan sus experimentos entre ellos.
Celebra las lecciones, celebra el aprendizaje, hay un montón de razones no-económicas para hacerlo, pero las económicas ya son suficientes de por sí. Trabajamos con geeks, los geeks por definición aman aprender cosas nuevas, es lo que somos, es lo que amamos.
Concluyendo
De nuevo Michael le ha dado la vuelta a un concepto que yo ya tenía arraigado, la mejora personal, y lo ha planteado de una manera que tiene muchísimo sentido y se puede aplicar desde mañana en cualquier equipo. Curiosamente, si seguimos sus indicaciones acabaremos obteniendo uno de los pilares de la agilidad, un equipo multifuncional. ¿Qué pequeños retos le planteáis a vuestros individuos en el día a día para que vayan hacía una versión mejor de si mismos?
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