No eres tan listo como te piensas

Este inflamatorio título, You Are Not So Smart: Why Your Memory is Mostly Fiction, es realmente un libro que me he leído hace poco y que me ha gustado bastante. En este libro, se nos explica cómo nuestro cerebro es realmente una serie de creencias y trampas que nos mantienen cuerdos. Cosas como el sesgo de confirmación, o las falacias Ad Hominem, o Ad Populum, se nos explican en detalle y con anécdotas y estudios que nos ilustran como nuestro propio cerebro nos engaña para que nuestra realidad no se desmorone. Es una auténtica aventura intelectual, porque una vez lo lees ya no hay vuelta atrás.
Además del libro, existe un blog, donde se publican más hechos y creencias que mantienen la ilusión de lo que llamamos realidad. Hoy me quiero centrar en uno en concreto: El Backfire Effect (se traduciría como efecto de retroceso o tiro por la culata). Este efecto se encuentra en el blog y se habla de ello en una serie de podcast. ¿Y porque me quiero centrar en este efecto? Porque en este mundillo nos encontramos muchas veces viviendo este efecto, ya sea en nuestras propias carnes, o por parte de otra persona a la que acabamos de decir algo que no le ha gustado ni lo más mínimo.

El Backfire Effect

Para entendernos, el Backfire Effect es el efecto que ocurre cuando cuestionamos una de las creencias básicas de alguien. Las creencias básicas, son aquellos hechos o creencias que son el soporte de nuestra realidad, como que el cielo es azul, que vivimos en la tierra, que no existe la magia… y luego están las creencias menos importantes, como por ejemplo que no te gusta la mostaza, o que el color verde chillón te parece molesto, cosas de poca importancia. Si alguien cuestiona que realmente la mostaza te debe de gustar, pero que no has probado una mostaza buena, seguramente te lo creas. Pero si alguien te dice que en vez de vivir en la tierra, realmente vivimos en una simulación por ordenador, entonces tus cimientos se tambalean, y ahí es cuando el backfire effect surge efecto, y hace que defendamos a capa y espada esa creencia.
Se ha comprobado mediante escáneres cerebrales que estas reacciones defensivas se asemejan a la misma reacción que tenemos cuando nos amenazan físicamente, así que se podría decir que cuando alguien cuestiona nuestras creencias básicas, es como si nos estuviera atacando con un cuchillo, por lo que nuestra reacción natural es defendernos con todo lo que tenemos, reafirmando nuestras propias creencias de forma vehemente. El efecto es tan potente que podemos incluso llegar a creer más firmemente, a pesar de que nos hayan mostrado evidencia de todo lo contrario.
Todos hemos vivido en nuestras propias carnes este efecto… pero lo realmente frustrante es cuando intentas compartir conocimiento sobre formas mejores de trabajar, y te encuentras con auténticos muros. Gente que lleva tantos años creyendo en una forma de hacer las cosas, que de repente se da cuenta que se ha estado equivocando, y eso no es posible. Y aquí es donde empiezan a surgir los NOs

Luchando contra el Backfire Effect

¿Y cómo podemos luchar contra este efecto? Lo cierto es que no existe ninguna cura mágica, ni para nosotros ni para la gente con la que tenemos que trabajar o colaborar. Lo que sí que podemos hacer nosotros es darnos cuenta de que este efecto es una reacción emocional, y que lo mejor que podemos hacer es dejar que fluya, dejar que nuestro cerebro grite de indignación, que se quede a gusto… y cuando ya ha pasado esta reacción inicial, podemos escuchar, y podemos cambiar. No dejéis que vuestro cerebro os engañe, hay que saber escuchar a todo el mundo.

Javier Garzás

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