Si eres lector regular de los post de este blog quizá hayas ido intuyendo, con los años, que muchos de los post que escribo, sobre todo cuando tengo un poco más de tiempo para pensar, intentan ser una mirada hacia el futuro.
Hay varios ejemplos, pero de los últimos, no hace mucho, te dejé aquel de aquella tecnología que estuvo de moda y quedó en el olvido… ¿futuro próximo de la agilidad?
Hoy a tocado, de nuevo, volver a tratar el tema de si “la agilidad ha muerto” o el “post-agile”. Digo, “de nuevo”, porque en el 2012 ya le dediqué un post, la agilidad está muriendo. Bienvenido el postagilismo, pero todo va tan rápido que 4 años es un abismo, más en temas como estos, que, además se aceleran cada vez más.
Por si no te suena el tema, cada vez son mas las voces (principalmente fuera de nuestro entorno, foros en habla inglesa, etc.) que hablan de que la agilidad ha muerto. En ciertos foros, blogs, etc., parece ya mono-tema de moda. Sí, lo sé, cuando probablemente en tu entorno, para muchos, lo que esté de moda es ser ágil y ahora voy yo y hablo de que lo ágil está muerto.
Son tantos los mensajes, de distintos sitios, que es difícil montar en tu cabeza el puzle global, ver “el bosque más allá de los arboles”. Y por ello he querido escribir este post-reflexión-síntesis de ideas de aquí y allá, más mi opinión personal.
Volver a los principios
La mayoría de las opiniones que hablan de la muerte de la agilidad o el post-agilísimo pretenden concienciar sobre la idea de que al masificarse el término, llegar a muchos, aparecer el “escalar agilidad” (para empresas grandes), etc., la agilidad ha ido perdiendo sus valores originales.
De ahí que muchos digan que, realmente, el post-agilísimo es… volver al verdadero agile, salir del “bad-agile”, del agilidad con peros, del ágil comercial u otros. Más ejemplos de esta opinión, la Dave Thomas (firmante del manifiesto ágil).
A este respecto, algunos, como Ron Jeffries (firmante del manifiesto ágil), dicen abiertamente, que la agilidad es imposible en empresas grandes, que no serán ágiles, solo mejorarán, pero no ágiles realmente, porque para ello es necesario cambiar las estructuras jerárquicas y el “management” y eso en muchos sitios es imposible.
La agilidad cruzando el abismo
Chris Matts, uno de los creadores del BDD, tira del popular “Crossing the Chasm” de Geoffrey Moore para hacer su análisis de la situación. Geoffrey Moore fue el que escribió aquello de que la vida de una tecnología pasar por los “early adopters”, la «mayoría temprana», la «mayoría tardía» y, finalmente, los «Lagards».
Entre los «early adopters» y la «mayoría temprana» está el abismo que muchas grandes ideas no superan.
Existe la creencia de que Agile está cruzando el abismo, o que lo ha cruzado ya. Algunas prácticas ágiles lo han cruzado (por ejemplo, aquellas que se aplican a nivel de equipo) y otras, como el “escalar la agilidad”, aún no han cruzado el abismo.
Pero lo que si parece ocurrir es que según se avanza hacia la derecha del abismo, la tecnología (la agilidad en nuestro caso) se masifica y se va perdiendo la esencia, la necesidad por la que surgió y muchos de los principios que caracterizaron al movimiento.
Futuro – Presente
Más allá de las referencias que te he ido dejando (ye te aseguro que he sido cauto y selectivo porque hay decenas y apasionados debates al respecto), la masificación del término ágil es mas que evidente.
Si tú, como me pasa a mi (La ppt, la presentación, de mi primer proyecto Ágil (ojo, del 2001)), ya hablabas de agilidad hace 15 años, y miras hoy a tu alrededor, serás más que consciente de ello. Y de como se ha acelerado y ampliado el uso de la palabra (otra cosa es su buen uso).
Estos últimos meses he tenido una alta carga de trabajo y sólo estas semanas he tenido un respiro para ponerme al día en algunas cosas. Una de ellas ha sido leer y ordenar el feedly y he acabado con un empacho de la palabra ágil, la leía por todos sitios, y en sitios antes insospechados.
La curva Geoffrey Moore es ley de vida. Si algo se masifica se aumenta las probabilidades de su mal uso. Quizá ha llegado el tiempo de volver y reivindicar los principios.
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Javier,
muy buen artículo, como de costumbre.
El post de Dave Thomas ha resonado bastante y ha causado polémica, porque para algunos tiene razón y para otros no. Todo depende de lo que se entienda por «agilidad muerta».
Me ha gustado que apliques el concepto de Crossing the Chasm para hablar de la agilidad que se vuelve común (mainstream) y que por tanto entra en entornos tradicionales y no favorables.
Estoy de acuerdo que la agilidad «de manual» es muy difícil en organizaciones grandes. Ahora mismo estoy haciendo coaching a una gran multinacional textil española, y lo veo de primera mano. No me dejan tener equipos multifuncionales, siguen trabajando en sprints de análisis separados de los de implementación, etc.
Yo no veo la agilidad como algo estático, sino como un viaje. A lo mejor en 2016 no consiguen ser ágiles, pero seguro que en 2017 lo serán más.
Para mi la verdadera discusión es si la agilidad consigue la «velocidad de escape» (simil de cohetes parecido al Chasm) suficiente para imponerse en una empresa grande, o se la come la «máquina de gestión» tradicional.
Por otro lado, muchas empresas ven la coexistencia entre Agile y «tradicional» como algo natural y que puede coexistir por mucho tiempo (yo no lo creo), como dice Gartner en su Bimodal IT.
En este sentido, en Scrum.org estamos perfilando Scrum Studio, con una visión de construir una «startup interna» ágil, que no tenga estas limitaciones y que por tanto, no acabe con un Scrum zombie.
¡Saludos!
Alex Ballarin – Professional Scrum Trainer de Scrum.org | itnove.com