Cuando le pregunté a Fermín (un pseudónimo, obviamente), responsable de proyecto en una de esas empresas que clasificamos como “cliente”, el porqué de su obsesión en que al final de cada semana todos los técnicos que participaban en su proyecto, pero que trabajaban en, y pertenecían a, una de esas empresas que clasificamos como “proveedor” o consultora, cumplimentaran el llamado “informe de horas”, donde se especificaba en qué y cuánto tiempo habían trabajado, su respuesta fue tan simple como rotunda:
—Pido escrupulosamente el informe de horas semanal para saber, o intentar asegurarme, de que no me engañan, para saber que realmente han trabajado para mi proyecto, por el que les pago y no en otros proyectos ajenos al mío mientras yo les pago. De hecho —continuó —ya nos pasó hace tiempo, pagábamos jornadas de trabajo en las que realmente, los consultores y desarrolladores, estaban trabajando en los proyectos de otros clientes.
Cuando le pregunté a Magdalena (un pseudónimo, obviamente), que trabaja en una de las llamadas consultoras, a qué se debían los problemas económicos que había tenido su proyecto, y los recientes despidos, me contó:
—Entre tú y yo, en ese proyecto, por poner un ejemplo, antes facturaban 15 personas… pero realmente trabajan 7, las otras 8 estaban en otros proyectos… hasta que el cliente nos pilló. Un buen día —continuó —al cliente le dió por llamar a por teléfono uno por uno a cada uno de los consultores y realmente sólo localizó a unos cuantos, a las pocas horas nos hizo una visita sorpresa y… se dió cuenta de que estaban trabajando para otro proyecto.
…
La novela picaresca es uno de los géneros literarios españoles más reconocidos y característicos, apareció y tuvo su mayor auge durante el llamado Siglo de Oro, que va desde 1492 a 1681 (cuando muere Calderón de la Barca). Claro, todo eso son fechas estrictamente literarias, porque la picaresca como tal se remonta a muchos años atrás y, cómo no, continúa hasta nuestros días.
La picaresca criticaba a las instituciones corruptas —sin duda si hoy, si la novela picaresca siguiera en auge, las novelas incluirían entre estas instituciones a grandes consultoras, empresas cliente, etc.—, y solían tener como protagonista a un anti-héroe, un pillo, a hidalgos que habían caído en la pobreza, antes en la opulencia y que ahora tenían que sobrevivir, a pícaros que ya sólo podían sobrevivir mediante el engaño y la estafa —quizá, solo quizá, si hoy la novela picaresca siguiera en auge incluiría entre sus protagonistas a consultores, gerentes, etc., y demás personajes tecnológicos—.
La picaresca ha existido de siempre, y seguramente siempre existirá, aquí, donde se habla español, y allá, donde se habla cualquier otro idioma, aunque quizá lo más curioso de reflexionar, lo que puede determinar si un sector es “pícaro”, es el grado de picaresca que mueve, si es algo puntual o algo generalizado. Aquí dejo a cada uno con sus propias experiencias y percepciones.
Y quizá que por ello alguien dijo alguna vez, como diría Fito, que donde hay buen software hay… Customer collaboration over contract negotiation.
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Viendo lo de «todos los técnicos que participaban en su proyecto» o las «15 personas» que facturaban, de qué tipo de consultoras estamos hablando? De qué tamaño? Creo que con responder a esto queda dicho todo
Si los clientes pagaran las horas a precio logico, no habria tanta picaresca, lo que no puede ser es que quieran tener a un jefe de proyecto a 28€ la hora y horas de desarrollo a 19, asi pasa que para tener beneficios se dummyfica a la gente y se hincha la duración de las tareas.
El problema fundamental, en mi opinion, es que seguimos llamando «consultoria», «subcontratación» o «externalizacion» a una cession ilegal de trabajadores, que todo el mundo acepta de major o peor grado en aras a una presunta estabilidad laboral con un presunto bajo coste.
El sistema seguirá podrido en tanto no se resuelva este problema fundamental es que subcontratar de verdad exige saber que quieres o necesitas y contratarlo. Es mas facil, aunque no mas barato, comprar «horas de consultor» y lo vamos viendo.
Como mi objetivo como «consultor» es facturar horas pues le pongo horas a la presencia en las instalaciones del cliente, aunque sean navegando por Facebook y todo el mundo contento.
Sinceramente es la realidad de nuestro país y del sector.
Independientemente de la parte histórica literaria, este comportamiento es ilegal y tristemente abundante, [I::on] ademas el «buen ambiente» que se respira en estos casos (vividos en primera persona inicialmente como jefe de proyecto y después de área) es muy propicio para implementar nuevas formas de trabajo, generar equipo (tanto interno como con el cliente) y hacer de cada experiencia laboral algo por lo que vale la pena levantarse y seguir esforzandonos por nuestra profesión y no pensar en cambiar a la mínima, de empresa o incluso de sector. [I::off]
Tal vez por eso hace ya un tiempo salimos de la espiral de las «grandes» y como tres autónomos nos defendemos, ganamos bastante menos dinero que antes, eso es cierto, pero oye lo bien que te levantas y te acuestas a gusto contigo mismo, siendo integro, sin timar, sin malos rollos, con horarios normales, sin hacerle el «bonus grande» a nadie,,,,una maravilla oiga 🙂
Otra es mas sutil, como los PM tienen dedicación parcial a multiples proyectos, no veas los malabares que hacen para que los %s cuadren, pues siendo que en muchos casos la gestión efectiva la hace el cliente, el PM solo hace una llamada a la semana pero igual registra dedicaciones del 10 o 20%… pues el otro proyecto no queria pagar una dedicacion del 50% y hay que compensar pues… la de cosas que vi en España..