Jornadas continuas que pueden perjudicar gravemente a la salud

Hay jornadas continuas que enamoran y otras que matan. En lo que a mí respecta, el verano ha sido bastante intenso, demasiado, y movido en temas profesionales, lo que me ha llevado a tener que adaptarme a los horarios veraniegos de las diferentes empresas por las que he ido pasando, adaptarme a las llamadas jornadas continuas, ya sabes, jornadas en las que sólo se trabaja por la mañana y queda “libre la tarde”… lo de libre la tarde va entre comillas, sí, porque depende de lo que cada uno considere que el es el comienzo de la “tarde”.
La idea de las jornadas continuas consiste en tener las tardes libres durante los meses de verano, para disfrutar así de las buenas temperaturas, relajarse, piscina, terrazas, deporte, etc., así dicho promete. Sí, generalmente es así, pero no te creas que siempre.
Para tener las tardes “libres”, y conviene en este punto matizar que el concepto “tarde libre” en España y en su jornada continua es normalmente desde las 15:00 en adelante, es decir, para estar libre después de las 15:00 y cumplir con la jornada laboral, normalmente, muchas empresas adelantan la hora de entrada al trabajo, típicamente a las 8:00, así, si cuentas, te salen 7 horas de trabajo, la que te falta para llegar a las 8 horas de una jornada laboral generalmente se ha ido haciendo durante el horario invernal, trabajando un poco más cada semana.
Quizá esto aplica sólo a grandes ciudades, pero en Madrid, para estar a las 8:00 sentadito en una empresa que esté por el centro, más si le añades que todo Madrid quiere entrar a las 8:00, lo que conlleva los atascos míticos estivales, supone salir de casa a las 6:45, más o menos, para ir con poco riesgo, cosa que implica como poco levantarse a 5:45. Si duermes mal con el calor de julio, este año especialmente, cosa que no es mi caso, vete preparando para ir con ojeras (que puedes disimular intentando broncearte en la piscina en esas tardes libres de la jornada continua)
Más curioso aún es el cambio en las costumbres alimenticias. Afortunado eres si te da tiempo a desayunar, o si lo puedes hacerlo en modo “too fast too furious”. En teoría, en teoría, durante la jornada continua no se para a comer, para eso sales a las 15:00, para que comas en tu casa, así que o pasas hambre y aguantas hasta las 15:00 o te refugias en esos sospechosos elementos alimenticios que son suministrados en esas extrañas máquinas “vending”, esas que proveen extrañas cosas como esos extraños sándwich, sobre todo mantente alejado de esos que son “de cangrejo”.
Pero no veas cosas negativas, piensa en que llegarán las 15:00, sino te lía nadie (y donde decía 15:00 son las 16:00), saldrás, quizá un poco hambriento, quizá con sueño, pero lo más importante: libre. Libre para correr hacia las buenas temperaturas, relajarse, piscina, terrazas, deporte, etc.
Pero antes tendrás que coger tu coche (en verano no te recomiendo el transporte público, no sólo por los calores, también porque puede que tu “línea” esté en obras y con interrupciones, lo cual pude que haga que llegues a cenar), para llegar a tu ansiado paraíso. Paraíso al que también se dirigen en sus coches millones de personas que también salen a las 15:00 y que por su culpa harán que tú llegues más allá de las 16:00, quizá hasta casi las 17:00.
Pero… ¡qué importa! ¡al final has llegado! y tienes ¡toda la tarde libre!

0 comentarios en “Jornadas continuas que pueden perjudicar gravemente a la salud”

  1. Hombre Javier, no todo el mundo vive fuera del centro, no todo el mundo tiene que coger el coche para entrar a Madrid, no todo el mundo sale a las 15:00h. Lo que dices es lo mismito que te pasa saliendo todos los días a las siete de la tarde 😉

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