Lo que funciona en un pequeño proyecto no tiene por qué funcionar en uno grande

Habrán sido ya una decena de veces en las que alguien, generalmente algún programador, en algunas ocasiones con algún toque de arrogancia, me dice que “-Para mí programar es muy sencillo, es algo muy fácil.” Pero ojo, una cosa es que para ti sea fácil programar y otra que gestionar un proyecto de desarrollo en el que intervienen decenas de personas, incluyendo el desarrollo, pruebas y explotación, sea fácil.
Hay un popular artículo de Steve McConnell, en el que trata este tema haciendo una analogía con la construcción de una caseta de perro, ilustrando cómo los proyectos pequeños no son necesariamente representativos de los problemas que se pueden encontrar en proyectos grandes.
Decía casi literalmente McConnell en su artículo, que hay personas que han escrito algunos programas pequeños en la universidad y de ahí que a veces piensan que la escritura de programas grandes y profesionales es lo mismo, sólo que en una escala más grande. Pero no es el mismo tipo de trabajo. Puedo construir una hermosa caseta de perro en mi patio trasero en unas pocas horas, pero eso no implica que tenga la experiencia necesaria para construir un rascacielos.
La gran mayoría de errores típicos en proyectos, aquellos que hace años tratamos en ¿Cuáles son los errores que más se repiten en un proyecto software?, no se dan en pequeños proyectos, proyectos de un par de personas, y si se dan no se dan con el mismo impacto.
Hay un pasaje similar en el Rapid Development, en el que McConnell añade una analogía más sobre este tema, habla de las diferencias a la hora de pintar la caseta del perro, en la que puedo incluso saltar pasos recomendados a la hora de pintar, quizá por tener prisa, quizá eso concluya en el futuro en desperfectos en la pintura, que fácilmente puedo solucionar… y la diferencia que supone si lo que quiero es pintar un Boeing 747.
En un Boeing 747 una capa de pintura puede pesar hasta 400 kg. Si no se prepara adecuadamente la superficie, el viento y la lluvia a 1000 km/h crean problemas más serios que los que puede tener la caseta del perro Fido.
La enseñanza final es que lo que funciona para pequeños proyectos puede ser un desastre total en un proyecto grande. Y que si somos profesionales competentes debemos saber elegir estrategias adecuadas según el tamaño del proyecto que está trabajando.

Javier Garzás

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