Esa era exactamente la situación que ya vivió Barry Beck tres años atrás, cuando trabajaba para aquella empresa de desarrollo. Todo eran puertas cerradas, nada, imposible mejorar nada utilizando el sentido común, antes que el sentido común siempre estaba la ISO 9001. Y la ISO 9001 siempre ganaba. Así que finalmente se marcho de aquella empresa.
Aquella empresa, como tantas otras, vivía una situación realmente dura, horas extra, multitud de incidencias, pésima calidad, apagando fuegos constantemente, fechas imposibles… Y la ISO 9001. Ahí estaba, impasible y fuerte.
El estornudo del desarrollador, Martín Codd, le sacó de sus pensamientos. Volvió a la conversación.
-No si yo tengo muy claro que rellenar 10 pdfs de formularios antes de empezar a desarrollar, solo para que quede constancia de que hacemos esos documentos, es una perdida de tiempo –dijo Martín-. Pero es que la ISO 9001 no nos deja otra.
-Sabes que cualquier parecido de esos documentos con la realidad del proyecto es mera coincidencia… –contestó Barry.
-Soy muy consciente de ello –añadió interrumpiendo Martín Codd-. Pero es que ni la herramienta de gestión de tareas que tenemos en la empresa, pensada para seguir la ISO, nos deja otra vía. Si quieres empezar un proyecto tienes antes que inventarte un diagrama Gantt de tareas, a veces, incluso de muchos meses o años. Todo hay que dejarlo documentado para cuando venga el auditor de la ISO 9001.
Pero no hay mal que cien años dure. No habían pasado ni 3 meses cuando Martin Codd ya se había librado del papeleo de la ISO. Por fin, aceptaron su CV en otra empresa.
—
El miedo, un peligro mayor que cualquier mala práctica de gestión software
- Debes crear apps sin saber programar (no hay que saber nada) + Crea Test con IA + Scrum es el nuevo Excel - 12 septiembre, 2024
- Las 6 técnicas prompting + 1ª Ley del Manager Oscuro + Mantenlo sencillo, estúpido - 5 septiembre, 2024
- Guía de Métricas Ágiles (versión agosto 2024) - 22 agosto, 2024
Vale, me siento como Barry y Martin. ¿Y ahora qué? ¿Algún post sobre cómo implantar o pasar la ISO de forma inteligente, útil, productiva, ágil? ¿O directamente ISO y agilidad son opuestas?