Te decidiste, diste uno de los pasos más importantes de tu vida: ser emprendedor, trabajar en tu propia empresa, tu startup.
Ya tienes clara tu idea de negocio, el plan para llevarla acabo, has expuesto varios “pitch” e incluso cuentas ya con financiación.
Lo tienes todo listo para que alguien comience a construir un software que implemente tu innovador producto. Pero cuando vas a arrancar… una gran inquietud se apodera de tu mente.
Algo que ya había rondado por tu cabeza, algo que te había provocado miedo e inseguridad cuando contabas a inversores tu proyecto: cómo se construirá la tecnología que soportará tu proyecto, el futuro de tu startup.
El tema tecnológico te provoca inseguridad porque lo desconoces, porque no tienes formación técnica.
Hasta ahora habías podido lidiar con este escollo, como con tantos otros que tiene esto de emprender. Pero ya no puedes postergar mas este punto, la construcción tecnológica de tu producto debe comenzar ya.
Quizás no te sientas solo, porque ya has visto a otros emprendedores presentar su proyecto sin tener apenas idea de tecnología, presentando un “powerpoint” que recuerda a aquellas casas de los plató donde rodaban los “western”… solo una fachada sin nada detrás.
Quizás incluso te hayan hablado sobre algún negocio que contó con gran financiación e ilusión al comienzo, pero que algo invisible y poderoso lo tiró abajo. Algo llamado software, que recuerda al viento, invisible pero con fuerza para arrasar con cualquier cosa.
Quizás ya lo sepas, sino te lo digo yo: una tecnología incorrecta o mal construida arruina la mejor idea de negocio. Pero una buena tecnología es un motor capaz de dejar atrás a tus competidores. Esta es la clave de las empresas lideres de base tecnológica. Créeme, no hace falta que te aburra con centenares de estudios que corroboran esto.
Si me aceptas un consejo final, recuerda, el aparentemente intranscendente momento en que se escribe la primera línea de código marcará tu startup para siempre. Esa aparentemente intranscendente primera línea de código lleva consigo haber decidido, correcta o incorrectamente, una tecnología, arquitectura, equipo humano, un lenguaje, etc., que guiarán el futuro de tu empresa.
Los próximos miércoles, el post estará dedicado a aquellos emprendedores sin formación técnica… que han puesto su futuro en la tecnología
Desde hace ya unos años años, y cada vez más estos últimos, me encuentro con este problema. Últimamente, no hay semana en que un emprendedor no-técnico o alguien no me comente los problemas que supone lanzar una startup basada en tecnología… sin tener conocimientos mínimos en tecnología.
Algunos son conscientes del problema que esto les plantea, y otros, en una situación aún peor, no son ni conscientes de la transcendencia que va a tener el software en su empresa, y hasta en su vida.
Y el ámbito del problema no solo llega hasta los emprendedores, también llega hasta los inversores, que ponen su capital en proyectos de atractivo modelo negocio, pero desconocen su compleja, a veces imposible por decisiones tecnológicas erróneas, implementación.
Durante algunas semanas, los miércoles, intentaré ayudarte, en la medida de lo que me lo posibilite un post. Al menos, intentaré hacerte reflexionar sobre aquellos puntos clave, consideraciones mínimas técnicas que debes tener bajo control… si quieres evitarte sustos, andar en el futuro dando complejas explicaciones a inversores sobre problemas técnicos al principio impensables o ver como la competencia es capaz de sacar nuevas funcionalidades cada semana y tu equipo necesita meses para cambiar un botón en una pantalla.
- Diario: cómo Javier Garzás evita quedarse obsoleto estudiando a un X10 con IA-Esteroides - 7 noviembre, 2024
- Si creas Historias de Usuario con IA ¿A quién pertenecen? ¿A ti o la IA? El mono Naruto te lo explica - 31 octubre, 2024
- HistorIAs de usuario y como a Maximiliano lo ENGAÑABAN con la IA y como una viejuna historia del 1500 le salvó - 24 octubre, 2024