Yo que tú vigilaría la deuda técnica (y sus intereses) que puedes estar pagando durante mucho tiempo

De siempre me encantó el concepto de “deuda técnica”. Allá por el año 1992, Cunningham fue el primero que empezó a hablar de ello: Si introduces errores, mala calidad, etc., a la hora de construir un producto tecnológico… se consciente de que tienes, y has generado, una deuda “técnica”.
La deuda técnica, como cualquier deuda, tiene unos intereses a pagar. Intereses que van incrementando con el tiempo. Esos intereses vienen del sobre esfuerzo en horas hombre que tendrás que pagar para mantener el producto, el impacto que tendrás en la imagen frente a tus clientes, etc. (te dejo un post sobre los costes de un mal proceso) Hay quien decide dejar de pagar esos intereses, solucionar el problema, refactorizar (te dejo un post sobre refactorización) el producto, mejorarlo, etc. Y hay quien no afronta el problema, o no es ni siquiera consciente de que está pagando intereses, y continua así toda la vida, o incluso llega un momento que no puede pagar y su producto “acaba siendo embargado” (en este momento se me vienen a la cabeza unos cuantos casos, recuerdo aquel producto que para hacer un mínimo cambio se necesitaban 10 programadores…).
Se puede incurrir en la deuda técnica involuntariamente o de manera consciente. Involuntariamente si no tienes el control suficiente, no eres consciente de que tienes un diseño propenso a errores o no sabes que tienes un programador “pistolero” por ahí suelto. También hay quien se queda con una deuda técnica porque, sin saberlo, compra un software por un precio… pero desconoce que también compra la deuda técnica que lleva consigo.
Pero también se puede incurrir en deuda técnica de manera consciente. Seguro que a todos nos suena aquello de “no llegamos a la entrega, escribe un programilla de cualquier manera para hacer [ponga aquí cualquier cosa] y salir al paso”. Y como la anterior podríamos añadir otras como: “sáltate las pruebas que no hay tiempo”, “bueno, ya si eso en la siguiente versión lo hacemos con más calidad”, etc.

7 comentarios en “Yo que tú vigilaría la deuda técnica (y sus intereses) que puedes estar pagando durante mucho tiempo”

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  4. Recuerdo un cliente al que le hacíamos dos presupuestos y se lo explícabamos así:tienes dos opciones: opción a) barata, pero que te va a suponer un mantenimiento constante cada vez que…. La opción b) más cara, de entrega más tardía pero definitiva. El cliente escogía conociendo ambas implicaciones y dependiendo de su presupuesto en el momento.

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