Esta de hoy me sorprende no habértela contado antes en un post, aunque si has venido a alguna charla, o curso, que haya dado y hablase algo de «Peopleware» la tienes que haber escuchado. Me he acordado de contarte esta historia por los comentarios y correos que me habéis enviado después de aquel post de conociendo los alrededores de Madrid sin pasar entrevistas de trabajo. Así que, aquí va otra historia de esas de entrevistas de trabajo…
Año 2000, leches, cómo pasa el tiempo, nos hacemos menos jóvenes, en fin, el caso es que aquel año canalla me dio por terminar la carrera en pleno julio manchego. En julio, en La Mancha, hace un calor seco cuanto menos interesante. Y en julio, en España, lo normal es que alguien normal no encuentre trabajo, julio y agosto son meses… «relajados».
Así que me dio por dedicar mi último verano (sin trabajo en empresa a 100%) a preparar las entrevistas que vendrían en septiembre. Una gran parte de los libros esos que te suelo recomendar me los leí aquel julio y agosto. Como era muy fan del diseño OO, leí, o re-leí, el Gamma, el Meyer, el Booch, el Riel, el XP de Beck, etc., hasta me imprimía códigos en java para revisar cómo implementaban buenas prácticas. Verano duro y calentito.
Llegó septiembre y las primeras entrevistas en Madrid. Y con ello muchas novedades, pero yendo a las que nos interesan hoy… yo descubrí los psicotécnicos.
Saber sabía que existían… pero no que para superar una entrevista para programador no es que fuera fundamental pasarlos… es que era lo único que había que pasar. Bueno, lo único no, estaba también el inglés (aquí no entro que ya te conté en conociendo los alrededores de Madrid sin pasar entrevistas de trabajo).
Pero… ¿Y no había nada de programación? ¿nada de ingeniería del software? ¿nada de nada? Pues no ¿para qué? ¿para qué es necesario todo eso para un puesto de programador? Ains, habiendo psicotécnicos…
Lo de pasar los psicotécnicos no es tan fácil como pudiera parecer. Realmente, a mí se me daban bastante bien, pero, como años después me comentó alguien de RRHH el truco no es hacerlos muy bien o muy mal… es sacar la nota que aquel que hace la selección de personal espera y que normalmente, para muchos puestos, «es nota media, ni muy baja ni muy alta».
Es más, y para empeorarlo moralmente, en una de las ocasiones coincidí en la recepción de una empresa de consultoría con un chaval de mi edad que también estaba esperando para una entrevista. Le pregunté que para qué puesto y me dijo que para gerente, luego, por curiosidad, le pregunté que cómo se optaba a ese puesto y me dijo que, principalmente, no aportando conocimientos técnicos, con cualquier carrera no técnica, si dices tener conocimientos técnicos te quitan de las entrevistas «para jefe» y vas a las de programador (a pasar psicotécnicos pensé yo).
Visto en el momento la estrategia había fallado, para mí aquello fue un Fatality en «to» la nuca, verano tirado, ¿dónde me había confundido? Pero es que además no pasaba las entrevistas, ni nadie me daba oportunidad de hablar de algo técnico, ni te cuento hablar de mi pasión por aquellos tiempos… los patrones. Y la presión por encontrar trabajo comenzó a incrementarse, la cosa no estaba para ir y venir tantas veces de La Mancha a Madrid. Hasta que no sé cómo encontré trabajo (sin haber hablado de algo técnico, por supuesto).
Visto con calma, hoy, mi estrategia fue correcta, desde las pocas semanas de haber empezado a trabajar hasta hoy he sacado provecho de aquellos meses preparando aquellas entrevistas, de todo eso que leí y aprendí.
Ahora sé que el problema no era mío, yo había hecho lo correcto, entregarme al máximo, saber el máximo que pude de aquello en lo que quería trabajar. El verdadero problema lo tenía un sector al que mayoritariamente le importaba poco lo que podías saber sobre aquello a lo que te ibas a dedicar, la tecnología. Sólo buscaba factur horas.
Y que sepas que los beneficios que he sacado del conocimiento que me inyecté aquel verano los he disfrutado hasta hoy, y el hábito de la lectura y de aprender constantemente me ha acompañado desde entonces.
Primera vez que me tocó hacer una gestión Ágil en una empresa... año 2001. Desde entonces he trabajado en, o para, más de 90. Y he formado a más de 2000 alumnos.
También soy profe de la Universidad Rey Juan Carlos.
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A mí una consultora cuyo nombre seguro que te suena, aquí afincada, en la real ciudad de la mancha. Tras pasar los dichosos psicotécnicos y una entrevista «técnica» con el que sería mi gerente. Me llamaron a la semana siguiente, un viernes de julio a las 16.30 para que me conectase a una web y hacer un exámen de matemáticas (básica).
Pasé el proceso, pero nunca entendí esa prueba sorpresa, quedó grabado a fuego en mi memoria. 😀
:-O