Más sobre el origen de la absurda gestión por horas y cómo ha llegado hasta hoy

Si escuchaste mi (segundo, en la vida) podcast «la absurda gestión por horas«, recordarás que hay una pequeña parte en la que me aventuro, con profundidad mínima, a intentar averiguar la razón por la que hay tal obsesión por gestionarse por horas, en trabajos del conocimiento, donde esta gestión, mayoritaria, «primitiva», NO tiene sentido aún siendo la más usada.

Sobre las razones de porqué no tiene sentido, frente a otras maneras, como trabajo completado, o valor aportado, no voy a entrar mucho, puedes escucharlas en el anterior podcast o leer n post que hay por el blog hablando de este tema, te dejo algunos:

 
Lo que te quería contar hoy es una extensión de esa mini investigación que tengo abierta sobre el origen de la obsesión hoy en día por gestionarse por horas, que parece que hubiese sido así de siempre, desde los tiempos de Sauron, y no es así.

Da la casualidad que estoy leyendo a ratos el «Sapiens. De animales a dioses» de Harari, que, así brevemente, sintetiza, en lenguaje «pa tontos», como ha sido la evolución de la humanidad, como lo uno lleva a lo otro, quién iba a pensar que tal llevaría a cual, etc.

Bueno, pues llegué a, como puedes adivinar, la revolución industrial, de la que hemos heredado tantos modelos (y problemas) de gestión, cuya enumeración daría para n post que, además, ya están escritos en el blog, desde el cascada, las estimaciones, etc., y ya intuíamos que… las horas.

Pero, aunque sabíamos (y lo hablamos en el podcast) que lo de las horas nos venía de lo industrial, Harari me ha dejado algunos datos muy interesantes para lo nuestro.

El capitulillo que trata lo que nos interesa es gordote, pero he hecho yo un pequeño resumen para ti y para mí, para que luego cuando lo necesitemos aquí este. Vamos a ello…

– Hasta que llegó la revolución industrial, a la gente le daba un poco igual eso de medir el tiempo con precisión, les bastaba con estar pendiente de las estaciones, ciclos solares, etc., ya que la agricultura era la predominante.
– No había jornadas laborales uniformes e incluso las rutinas laborales cambiaban según las estaciones.
– Cuando llego la industrialización, paso un poco lo contrario, a la industrialización le preocupan poco las estaciones y sí las horas y la uniformidad en el trabajo.
– La aparición de las cadenas de montaje hace que un montón de gente tenga que trabajar en el mismo sitio, a la vez y de manera coordinada.
– Y ahí llegó la hora, y el horario, para que todo el mundo llegara a la misma hora, comiera a la misma hora, saliera a la misma hora y para medir las horas trabajadas (en este caso había una relación muy directa entre horas y trabajo completado).
– Cuando las fábricas adoptaron horarios… el horario se impuso a toda la sociedad. Los colegios se adaptaron a horarios, hospitales, en el transporte y muchos otros sitios no industriales, por ejemplo, los bares, que se adaptaron al horario en el que cerraba turno la fábrica.
– Hasta 1880, hace ni 130 años, no había ni horarios unificados, ya no por países… ni por ciudades del mismo país. Cada ciudad tenía su hora. Y en 1880 los ingleses, para coordinar el transporte, deciden que todas las ciudades usen la misma hora, la de Greenwich. Desde ese momento el reloj artificial sustituye al reloj natural (el sol).

Y, y esto lo añado yo, la revolución industrial y sus métodos de trabajo, gestión por horas entre ellos, llegaron a condicionar los inicios de una nueva revolución… la tecnológica, que por su inicial crisis de identidad, buscando modelos de trabajo que copiar, tiró inicial y erróneamente… de los industriales.

7 comentarios en “Más sobre el origen de la absurda gestión por horas y cómo ha llegado hasta hoy”

  1. Hola Javier
    Como comentario te recomendaría no utilizar esa forma de redacción tan pausada por comas, desgasta en gran medida la lectura. Trás el primer párrafo ya no tenía ganas de seguir leyendo porque cada dos palabras había una pausa.
    Por lo demás el artículo me a servidor para hablar con mi equipo y acordar otro tipo de gestión.
    Saludos

  2. Realmente me parece muy lógico los que exponéis tanto tu Javier como Alberto, aun así creo que lo mismo que pedís en vuestros argumentos tenéis que ser los primeros en ofrecer en vuestras contrapartidas y no podéis pedir a quien os contrate que os pague por horas sino por paquete funcionando que creéis. El problema está en que todos nos hemos acostumbrado a que nos paguen por horas y días y no por productividad real.

    1. Buenas, no tengo yo tan claro eso, desde los tiempos en que trabajaba bodysopeado desde una consultora, cuando he hecho una asesoría a alguna empresa, se habrá estimado en horas… pero nadie pago sin no hubo «trabajo completado» (independientemente de las horas reales trabajadas)

    2. Un detalle Luis, no se paga por horas trabjadas, se paga en sueldo bruto/año, de ahí que cada uno dentro de un mismo proyecto tenga un sueldo distinto (por conocimientos, experiencia, …). Y además, si tu haces las horas, pero no produces, acabas en la calle. Aunque se hable de horas trabajadas en los trabajos que no se especifica el sueldo por hora realmente se está hablando de sueldo anual por valor aportado por el trabajador, de lo contrario en un mismo puesto todos ganarían los mismo ya que la hora se pagaría a lo mismo. La empresa paga por el valor que el trabajador aporta, no por las horas que hace, y aquí repito que una hora de una persona experimentada no es comparable por una hora de un novato, de ahí que no tenga sentido pagar en horas.
      Y otro detalle es que no hay una relación directa entre estimar en horas y pagar en horas. Si los trabajadores hacen 40 horas semanales, aunque estimen en peso de complejidad o puntos historias o lo que quieras, van a seguir haciendo 40 horas semanales. No estimar en horas no implica hacer menos horas que las que harías por estimar en horas. Unas horas son las que estás en tu puesto (un debate diferente), y otras horas las que dices que vas a tardar, porque digas más o menos vas a seguir estando las mismas horas, haciendo más o menos cosas.
      Las horas trabajadas por contrato no tiene nada que ver con si se estima en horas u otra cosa. Puedes estimar en horas y estar la mitad de horas trabajadas ausentes, o estimar en puntos historia y darlo todo cada minuto; no hay un relación entre una cosa u otra.
      Por eso cuando eres un trabajador por cuenta ajena no tiene sentido decir que te deben pagar al entregar el proyecto, no eres autónomo, tu recibes un sueldo por el valor aportado durante el transcurrir del proyecto. Luego si el valor aportado aumenta o disminuye ya hablamos de subidas de sueldo o despidos, y ahí es dónde se ve que no se paga por horas, sino por valor.

  3. Me parece un buen punto lo indicado respecto a que tiene más valor lo entregado o el servicio que la cantidad de horas invertidas pero es difícil cambiar la mentalidad de las empresas.
    No obstante, es importante darle a los proyectos de desarrollo de software un tratamiento distinto porque es un trabajo creativo y cada proyecto es distinto.

  4. Disculpa la tardanza en contestar Alberto.
    Estoy de acuerdo contigo en muchas cosas y en otras veo que sin quererlo me das la razón.
    Quizás el problema reside en lo que entendemos por productividad y como lo aplican las empresas y los trabajadores.
    Tengo muy claro que si me van a pagar lo mismo que a otro cuyo productividad es la mitad que la mía no estoy dispuesto a entregar mi productividad al precio de la del otro, mas que nada, por que mi rendimiento personal seria la mitad. Y por suerte yo no estoy obligado a aceptar trabajos por debajo de mi ratio mínimo como ocurre con muchos trabajadores cualificados en España actualmente.
    Podríamos discutir durante días e incluso semanas de todos estos temas y algunos mas. Estoy seguro que serian unos debates realmente interesantes.

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