Empresas pensadas para no pensar

“No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan que tenemos que hacer.”

– Steve Jobs

Pero que bien queda empezar algo, charla o post, con una frase de Steve Jobs, es como que sube el caché de cualquier cosa que venga después y si añades por ahí “transformación digital”  ya lo bordas (</ironía>, que luego alguno no lo pilla).
Pero bueno, oye, que independiente, la frase me parece muy grande, tan grande como pocas veces he visto aplicar aquello que dice. Bueno, es que de hecho, la frase me ha venido a la cabeza porque acabo de venir de una reunión, una reunión que fue allí pero que podría haber sido aquí o en cualquier sitio, en la que hasta me ha parecido haber tenido un Déjà vu, un “esto lo he vivido ya”.
Yo iba de invitado, pero según pasaban los minutos, más allá de los temas principales, había una cosa que no podía quitarme de la cabeza: aquí nadie piensa ni se le ha dado la responsabilidad de hacerlo. Es más, no es que nadie piense, es que está mal visto hacerlo y todo se ha montado para que lo de pensar no se haga.
Lo notas hasta en las plantillas de los documentos y PowerPoints, “es que son así, llevan siendo así, y son así desde hace 25 años”, y no se discute, se hacen así y punto. Y si alguien lo hace diferente.. es el raro.
En esos informes “para informar a la dirección”, que hacen gastar miles de horas escribiendo cosas que hay que rellenar porque “es que son así, llevan siendo así, y son así desde hace 25 años”, ¡cosas que nadie va a leer! ¡nadie! Centenares de párrafos comprimidos en decenas de tablas metidas en formatos imposibles. Pero nadie dice nada.
Hasta nuestros amigos los sistemas de fichar, que justifican el estar frente al aportar:  “a mí no me pagan por pensar, yo con cumplir las horas que dice el sistema de fichar ya he cumplido”.
Los horarios, “yo normalmente tengo mejores ideas por la tarde noche, pero esas horas no son del trabajo, para eso me obligan a estar allí a las 7 am”. “Yo es que después de 4 horas de concentración no soy capaz de pensar nada, pero como hay que quedarse hasta las 18:00 pues aquí me quedo… esperando a que llegue la hora de irme”.
Hasta los sitios… “aquí con este ruido no hay quien piense”.
Luego están los “toma notas”, sí, aquellos y aquellas que sólo toman notas en las reuniones, esperan a que alguien diga algo, el jefe típicamente, y lo más que hacen mientras es escribir notas en un cuaderno (de siempre me he preguntado donde terminarán esas notas, y será por eso que le cogí manía a tomar notas en cuaderno, nunca lo hago).
Cerebros adormecidos en organizaciones que se la juegan en el mundo de las ideas, que montan estructuras para la siesta cerebral e incluso premian a la gente… por no pensar.

6 comentarios en “Empresas pensadas para no pensar”

  1. Conoces la teoría de la indefensión aprendida? Aunque abras la puerta el ratoncito ya tiene ahí un patrón cognitivo-conductual marcado y no sale. Se acostumbra a eso. Moriría electrocutado con la jaula abierta. Es muy triste si lo piensas

  2. Trabajo en una de esas empresas (y la conoces), y es de lo más frustrante, y no se te ocurra pensar y aportar, que está mal visto! Lo que hay que hacer es el trabajo, deprisa y corriendo, aunque sea mal, antes que bien y con su merecido tiempo.

  3. «No queremos perder el tiempo en algo que ya está hecho». Eso me dijeron una vez cuando insinué que las plantillas tienen muchos años y que estaría bien adaptarlas a las nuevas necesidades.
    Es una lástima la verdad.
    Muy buen post! Como siempre claro!

  4. Janvier. Pero, hasta que punto las empresas lo hacen por estandarizar sus procesos y productos? Por aquello de no depender de una personas sino que quien llegue sepa acoplarse «fácilmente» a los equipos de trabajo?.
    En la empresa donde trabajo tenemos como estándres, formatos, el como. Pero queremos transmitirnos que que cada proyecto es un mundo y que vale la pena descubrir que podemos hacer de más para no ser máquinas.

  5. Es lamentable Javier que lo que acabas de describir es mas común en las empresas en pleno siglo 20, donde la gente es conformista y deja que sus cerebros se apaguen. He vivido eso y se que tan frustante es. Saludos,

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