“Vacúnate” periódicamente contra la Ley de Parkinson

La Ley de Parkinson es aquella nacida del conocimiento popular, esa que dice que “el trabajo se expande hasta ocupar el tiempo disponible para realizarlo”. Y puedes notar su presencia en cualquier ámbito del quehacer cotidiano… ya no te digo como puede afectar a un proyecto.
Hasta incluso, por ponerte el ejemplo más tonto, escribiendo un simple post como este yo me puedo ver (y muchas veces me veo) afectado del virus de la Ley de Parkinson. Si me hubiese puesto como objetivo terminar este post en dos horas… pues seguramente lo hubiese terminado en dos horas, cuando realmente sólo se necesitaba una (o media, quizás caí presa de Parkinson).
De haberme asignado dos horas, mi mente hubiese alargado el trabajo de hacer el post hasta ocupar el tiempo asignado, las dos horas.

Es por ello que esta antigua Ley se ha aplicado durante años a la gestión de proyectos para alertar de que sobrestimar… produce sobre costes. 
Hay quien, cuando gestiona un proyecto, se gestiona a sí mismo, etc., inocentemente piensa… “bueno, yo sobre estimo, digo que esta tarea es de dos semanas cuando puede ser de una y ya si eso, si me sobra tiempo, hago la otra tarea”. Error. Has sido infectado por la Ley de Parkinson, al final harás solo una tarea que te llevará las dos semanas.
Sabemos que estimar por debajo dispara los costes, si digo que voy a hacer un post en media hora siendo imposible hacerlo en menos de una hora… los nervios, el chapuceo, el intentar sacarlo y que mi conciencia diga que eso no sale a producción, etc., hará que al final tarde dos horas.
Pero recuerda, igual que estimar por debajo dispara los costes… sobrestimar también produce sobre costes.

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  1. Como complemento a esta Ley, mi aportación es la «Ley de Pareto», «Principio de Pareto» o «Regla del 80-20» en nuestro caso aplicado a la ingeniería de software.
    «El 80 % del esfuerzo de desarrollo (en tiempo y recursos) produce el 20 % del código, mientras que el 80 % restante es producido con tan solo un 20 % del esfuerzo».
    Si hablamos de pruebas de software, el principio nos dice que «el 80 % de los fallos de un software es generado por un 20 % del código de dicho software, mientras que el otro 80 % genera tan solo un 20 % de los fallos».

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