Reflexiones sobre los costes de implantar una línea de producto

Un concepto que en la actualidad se asocia frecuentemente con el desarrollo software es el de las líneas de producto. Y de ahí que en muchos de los proyectos de mejora suele surgir algún debate sobre su adopción como estrategia de desarrollo: “…si vamos a mejorar podríamos implantar una línea de productos”. Este post viene a reflexionar sobre uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta antes de embarcarse en la implantación de una línea de productos: el impacto términos económicos que esta estrategia tendrá en la empresa.
De manera muy resumida, una línea de productos viene a ser, parafraseando la definición de Clements, que es la más conocida, un conjunto de software que comparte características comunes (más conocidas como “features”), que satisfacen las necesidades específicas de un dominio o segmento particular de mercado y que se desarrollan a partir de un sistema común de activos base (más conocidos como “core assets”, y que pueden ser elementos como los requisitos, diseño, arquitecturas, componentes, código, etc.) de una manera preestablecida.
Existen algunos modelos que tratan sobre los aspectos económicos de implantar una línea de productos, quizás el más conocido sea el SIMPLE del SEI. Si bien aquí, para simplificar, podemos enumerar que de manera general los costes asociados a la implantación de una línea de productos son:

  • Corg = coste organizativo de adoptar la aproximación de líneas de productos (reorganización, mejorar procesos, formación, etc.).
  • Ccab = coste de desarrollar una base de “core assets” adecuados para soportar la línea de productos (análisis de comunalidad/variabilidad de los productos, arquitectura software, documentación, infraestructura de pruebas –por ejemplo nuevas pruebas de integración-, etc.).
  • Creuse = el coste de reutilizar el “core asset” (su localización, extracción, adaptación, etc.).
  • Cunique = el coste de desarrollar software que no está basado en la plataforma de líneas de producto (que será el de desarrollar algunas partes del producto, las no comunes con otros).

Es decir, que si tenemos un centro de desarrollo software con, por ejemplo, tres productos que se desarrollan por reparado los costes de implantar una estrategia basada en una línea de productos sería:

Corg + Ccab + [Cunique (producto 1) + Creuse (producto 1) + Cunique (producto 2) + Creuse (producto 2) + Cunique (producto 3) + Creuse (producto 3)]

Que de manera más resumida se puede escribir como un sumatorio desde 1 hasta n, siendo n el número de productos.

Y de lo que puede deducirse que cuantos más productos diferentes tengamos que desarrollar mayor será la suma de los costes. Pero también nos debe ayudar a que no caigamos en el engaño: si varios productos muy diferentes se sitúan en una línea de productos los costes no sólo no se reducirán, sino que aumentarán.
Concluyendo, la decisión de ir a una estrategia de desarrollo en base a una línea de productos debiera en gran medida venir determinada por el tipo de productos que se desarrollan (o que se pretende desarrollar), o dicho de otra manera, de la línea de negocio de la empresa de desarrollo.

0 comentarios en “Reflexiones sobre los costes de implantar una línea de producto”

  1. Hola Javier, realmente interesante este artículo… No sé si lo entendí bien, pero cuando dices una «Línea de Producto» te refieres por ejemplo a un ERP, que en últimas es una gran Suite donde se relacionan varios módulos y productos en torno a una solución integral?….

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